Mi vida esta en tus manos Señor.

ESTE ES MI HIJO AMADO... A ÉL OÍD

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Sábado 20 de Noviembre del 2010
LECCIÓN No. 08


TEXTO PARA MEMORIZAR:
"Y después de seis días, Jesús toma a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los lleva aparte a un monte alto: Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: a él oíd" Mateo 17:1-3,5.

OBJETIVO DE LA LECCIÓN:
Reflexionar como seguidores de Cristo, solare el significado del discipulado, el entendimiento de la cruz como el centro y la base para la vida de la iglesia.

LECTURA BÍBLICA: Mateo 16:13-28 y 17:27

LECTURA BASE: Mateo 16:13-28 y 17:27

NARRACIÓN
La sección del evangelio según Mateo 13:1 al 17:27 ilustra la decisión de Jesús de retirarse y centrarse cada vez á más en sus discípulos. Dos grandes z cuestiones dominan todo el relato de Mateo: la cristología (el ser de Cristo) y la eclesiología (el ser de la iglesia). La sección a la que hacemos referencia-aquí centra su contenido en el aspecto eclesiológico.
Una preocupación fundamental es explicar las distintas reacciones que el ministerio de Jesús y los discípulos ha encontrado en los capítulos 11-12. En Mateo es característica la simbología del juicio final como el momento de la verdad de la historia, con la separación definitiva de los hijos del Reino y los hijos del maligno (13:36-43), de los peces buenos y malos (13:47-50). Desde el punto de vista narrativo, el hilo conductor de la sección que nos interesa, es la figura de Jesús. Aquí se introduce la cristología que pasa por el evento de la cruz (14:3-12; 16:21-26; 17:9-12; 17:22-23). En una clara similitud con el bautismo, el Padre proclama ante los tres discípulos, a Jesús como su Hijo amado (17:5); pero añade, sobre la escena paralela del inicio "a él oíd" como para enfatizar la terrible experiencia de la cruz que domina cada vez más. Pero los discípulos no entienden la cruz y la rechazan (16:22-23; 17:1-13, 23b). Jesús no sólo está en conflicto con el mundo que le rechaza, sino también en fuerte tensión con los discípulos que le siguen, con la iglesia en construcción. En la sección, también se reitera la enseñanza en torno a la fe, ante los titubeos y dudas de los discípulos (14:22-33; 16:5-12; 17; 14-21; cf. 15:2128). En dos cuestiones concretas Jesús instruye a sus discípulos: sobre la necesidad de la cruz (16:13ss; 17:1-13; 17:22-23) y sobre la actitud ante las instituciones judías fundamentales (15:12-20; 17:24-27). El conflicto en torno a Jesús se acentúa y la oposición e incredulidad se endurecen. La tensión es tal que en tres ocasiones (14:1-12; 15:1-20; 16:1-4) Jesús se separa (del griego anakhoreó=huir) de los responsables del judaísmo (14:13: 15:21; 16:4). Su ministerio se concentra cada vez más a los discípulos (14:22-23; 15:12-20; 16:5-12; 16:13-28; 17:1-13; 17: 19-20; 17:22,23; 17:24-27)

ANÁLISIS
La transfiguración de Jesús acontece en un escenario típico de la Biblia: un monte. Para la mentalidad israelita, el monte, por su mayor proximidad al cielo, era el lugar donde Dios se manifestaba. Era el B lugar santo por excelencia.
Además del monte, con Jesús y sus discípulos más cercanos aparecen dos personajes del Antiguo Testamento: Moisés y Elías. Por un lado Elías (cuyo nombre significa "Yahvé es Dios") tuvo su encuentro con Dios en el monte Carmelo (que significa "El jardín de Dios"). Fue uno de los primeros profetas de Israel y el anunciador de la llegada de los tiempos mesiánicos. A Elías, Mateo lo muestra al lado de Jesús para garantizar que su espíritu profético actúa en Él, y como testigo de que es el Mesías esperado. Por otro lado Moisés tuvo su encuentro con Dios en el monte Sinaí o llamado también por la Biblia el monte Horeb. Era la montaña más sagrada para el pueblo de Israel. Moisés, el liberador del pueblo, el que lo formó y guió a la Tierra de Canaán, aparece con Jesús en el cuadro de la transfiguración como garantía de que Jesús está en línea con la herencia de su pueblo.
El relato de la transfiguración debe comprenderse a partir de la profesión de fe de Pedro. Más todavía, parece ser una réplica a la confesión de Pedro (16:16,22), en que se especifica la identidad de Jesús y se introduce el tema de la pasión. Finalmente, en su contexto inmediato, la transfiguración es una descripción de la venida del Reino de Dios que se realizará en la resurrección de Jesús (Mateo 16:28), un evento que la transfiguración adelanta anticipadamente. La gloria que Jesús alcanza en su resurrección, después de sufrir su pasión y muerte, es similar al modelo narrativo de la transfiguración de Moisés cuyo rostro, cuando descendió de la montaña reflejaba la gloria de Dios (Éxodo 34:29 y Éxodo 24). El contexto confirma que el relato de la transfiguración es la explicación de la confesión de fe en Jesús, el Hijo de Hombre, que debe sufrir para entrar en la gloria. El mismo discípulo (Simón) que confiesa la divinidad del Maestro no comprende la misión de Jesús cuando se hace referencia a la cruz y por ello es reprendido e instruido por el Maestro.
La visión se acaba. El regalo de la transfiguración lo entenderán los discípulos de forma plena más adelante, después de la pasión. Pero este momento les animó, aunque quizá no sabiendo muy bien cómo, para continuar caminando al lado de Jesús.
Ante la tentación de Pedro y de muchos a nosotros de quedarnos en el monte como espectadores de la gloria se nos exhorta a comprender que no hay gracia sin cruz. Nos quedamos sólo con lo que queremos del camino de la fe, con la experiencia de trascendencia que nos hacen sentir bien, pero no escuchamos al Maestro cuando nos sugiere que la vida cristiana pasa necesariamente por la vía de la cruz. El Padre nos recuerda nuestro deber cotidiano: "este es mi Hijo amado, a él oíd".

APLICACIÓN
Responda y comente por parejas en su congregación las siguientes preguntas:
• Para usted ¿quién es Jesús?
• ¿Está siguiendo la recomendación del Padre de "escuchar a Jesús"? Mencione ejemplos de cómo escucha la voz del Maestro en su vida.
• Proporcione ejemplos de cómo en ocasiones lo que usted quiere de la fe y lo que el Maestro demanda van por vías opuestas, ¿por qué cree que esto es así?
• ¿Qué puede hacer al bajar de la montaña en su propia experiencia cristiana?
• En su opinión, ¿qué significa la siguiente frase: "no hay discipulado sin cruz"?
• Dé ejemplos de "gracia barata" o ejemplos de acciones religiosas alejadas de la comprensión de la cruz.
• ¿Cómo entender el sufrimiento de nuestros hermanos/as de la iglesia a la luz de la experiencia de la cruz?.

CONCLUSIÓN
Hay que bajar de la cima de la montaña cumplir la misión en el mundo. Jesús dice a sus discípulos: hay que bajar al llano, a la vida real. Es 3 necesario continuar el camino que va desde Galilea hasta Jerusalén. Y dicho camino transita por la pasión, la vía de la cruz en la fe. Escuchando continuamente el susurro tierno de la voz del Maestro que nos recuerda lo importante de su caminar. Recordemos las palabras del misionero y teólogo Bonhoeffer sobre el costo del discipulado: "La gracia barata es la predicación del perdón sin arrepentimiento, el bautismo sin disciplina eclesiástica, la cena del señor sin confesión de los pecados, la absolución sin confesión personal. La gracia barata es la gracia sin seguimiento de Cristo, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo vivo y encarnado".