LECCIÓN No. 02
TEXTO PARA MEMORIZAR:
"Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto" Proverbios 3:10
OBJETIVO DE LA LECCIÓN:
Reconocer en la Palabra de Dios los principios básicos acerca de las finanzas y buscar la obediencia y el señorío sobre nuestras vidas por medio de un sabio uso de las mismas
LECTURA BÍBLICA: Proverbios 22:1-9
NARRACIÓN
Vivimos una situación económica muy lamentable en donde el dinero no alcanza, existen salarios bajos, el consumismo ha rebasado cualquier expectativa mercantilista y los productos de la canasta básica se alejan cada día más del alcance de las familias. Ante ello, los cristianos debemos recordar las promesas de Dios, pero también debemos reflexionar sobre nuestra conducta con respecto al dinero para que de esa manera busquemos la obediencia a la Palabra. John Blanchard, afirma con respecto a las finanzas: "Hay pocas cosas que hablan con tanta elocuencia acerca de la vida espiritual de una persona como la forma en que utiliza el dinero".
ANÁLISIS
Veamos algunos principios bíblicos con respecto a las finanzas que nos ayudarán a alcanzar sabiduría para darle un uso adecuado al dinero.
I. Dar a Dios
a) Ofrenda. Es un regalo que se da a Dios para agradecer sus bondades. Los israelitas acostumbraban dar animales, cereales, frutas, perfumes y otras cosas. De acuerdo a Lucas 21:1-4 ¿Con qué personaje de la cita se identifica cuando da sus ofrendas? ¿Qué cree que necesita cambiar para dar como la viuda del relato? Compartan tres opiniones distintas con el resto del grupo.
b) Primicias. Igual que el primogénito, hombre o animal, los primeros frutos de cada cosecha debían ser consagrados al Señor (Éxodo 23:19). En Deuteronomio 26:1-11 se dan instrucciones precisas sobre cómo debía llevarse a cabo esto, incluyendo una oración para confesar que esos frutos eran el producto de la obra de Dios. A la luz de los textos antes citados ¿Qué le motiva a dar sus primicias? Normalmente nuestras motivaciones obedecen a prejuicios, mala información o mezquindad ¿Cuáles cree que deberían ser nuestros motivos verdaderos? Haga comentarios sin perder de vista lo anterior.
c) Diezmo. Ofrenda a Dios que representa la décima parte del ingreso, sea en especie o en dinero. La Torah pone un fuerte énfasis sobre la entrega de los diezmos como ofrenda a Dios y para el mantenimiento del culto (Levítico 27:30 y Malaquías 3:10). Comente qué ordenanzas dan estos textos con respecto al diezmo y compárelos con su experiencia personal.
II. Dar a la familia
Según la cita de 1 Timoteo 5:8 ¿Cuáles deben ser nuestros intereses para proveer en nuestros hogares? ¿Está cumpliendo con este mandato de Dios? Compartan sus opiniones.
Dios nos dio todo lo que tenía, su Hijo (Juan 3:16) y en Él hemos encontrado vida. De acuerdo con esto ¿Qué tanto provee para su familia? ¿Se parece usted a Dios en cuanto a ser proveedor? Comparta sus ideas.
III. Dar a los cristianos
Compartir con los creyentes lo que el Señor nos ha regalado debe hacernos sentir gozosos. Revise Gálatas 6:10 y comparta con el grupo su opinión.
IV. Dar a los pobres
Lucas 3:11; Proverbios 14:31 y 19:17 nos hablan de compartir lo que tenemos con los pobres y necesitados. A la luz de los textos responda ¿Qué opinión tiene Dios de quien ayuda al pobre? Cuando lo hacemos ¿nos parecemos a Jesús, que se dio a sí mismo por nosotros?.
APLICACIÓN
A. Cuando le dé a Dios las ofrendas, diezmos o primicias, trate de reflexionar sobre lo que Él le ha dado. Luego, pregúntese qué sentimientos le provoca dar y recibir de Dios.
B. Enseñe a los miembros de su hogar la gran bendición que representa dar a Dios, proveer lo necesario a la familia, dar a los hermanos y compartir con los pobres. Con ello formará creyentes que complacerán a Dios.
C. En familia, den gracias a Dios por todo lo que han recibido en la semana, con ello creará el hábito de ser agradecidos.
CONCLUSIÓN
Es nuestra responsabilidad tomar el desafío de ordenar nuestras finanzas bajo los principios celestiales, los cuales son radicalmente opuestos a los de este mundo. Las finanzas y no son simplemente un asunto de números, más bien representan un asunto serio de responsabilidad cristiana
