Mi vida esta en tus manos Señor.

JESÚS Y EL DINERO

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Sábado 16 Abril del 2011
LECCIÓN No. 03

TEXTO PARA MEMORIZAR:
"Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" Mateo 19:21-22.

OBJETIVO DE LA LECCIÓN:
Reflexionar acerca de la postura de Jesús ante el dinero y obtener enseñanzas prácticas y pastorales útiles para nuestra vida.

LECTURA BÍBLICA: Lucas 12:13-40.

NARRACIÓN
En tiempos de Jesús era común que unos pocos acumularan la mayor parte del capital en sus manos. Flavio Josefo en su libro “Antigüedades judías” cuenta que Herodes por medio de confiscaciones, se había apoderado de una cantidad enorme de tierra y había convertido en regadío un terreno de unos cuarenta y cinco kilómetros cuadrados, propiedad de su hermana Salomé. De este terreno, Salomé percibía rentas de hasta sesenta talentos anuales o, lo que es igual, el dinero equivalente a 360,000 jornales de un obrero agrícola. Herodes, por su parte, se había visto obligado a bajar los impuestos dos veces para evitar disturbios generales, dada la pobreza, paro y miseria en que estaba sumida la inmensa mayoría de la población . Se vivía una situación de desigualdad económica similar a la actual.
Sabemos también que, en la época de Herodes y durante el breve reinado de Agripa I(41-44 dC), era tan extrema la situación del pueblo, que tuvieron que arbitrarse en Palestina medidas extraordinarias para paliar el hambre de la población: se estimuló la beneficencia privada y se sancionaron jurídicamente las aspiraciones de los pobres a compartir la cosecha, reservándoles una parte de las fincas, cuyos productos podían apropiarse después de la recolección y se dejaban para ellos las uvas caídas al suelo durante la vendimia . Éstas son sólo algunas pinceladas sobre la situación crítica de la inmensa mayoría del pueblo en tiempos de Jesús.

ANÁLISIS
I. El dinero tiene una cara amable. Crea las condiciones para una vida digna o, lo que es igual, el dinero es necesario para vivir, pero esto no quiere decir que vivamos para el dinero, como muchos entienden. Los evangelios son realistas en este sentido y refieren a menudo operaciones de compraventa y de utilización de dinero. Aunque, en el evangelio aparecen con frecuencia los verbos comprar y vender, no está demás observar que Jesús no aconseja comprar, sino más bien dar o vender y dar. (Marcos 6:35; Mateo 13:44, 13:45-46, 19:21; Marcos 10:21; Lucas 18:22, 12:33­34).
II. El dinero sirve para aliviar los males del prójimo. Como en la parábola del samaritano que paga al posadero dos denarios y se compromete a pagar lo que sea preciso de más (Lucas 10:30-37). Para ayudar al hombre que encontró tirado, con dinero (un denario) se paga a los jornaleros enviados a la viña (Mateo 20:1-16). El dinero sirve también para dar ofrendas y remediar las carencias de los necesitados, aunque Jesús aconseja la máxima discreción al hacerlo (Mateo 6:3-4). Con dinero se pagan los impuestos o tributos: ¿Es licito dar el tributo al César? preguntan los fariseos y herodianos a Jesús, tendiéndole una trampa (Marcos 12:13-17).
III. La otra cara del dinero es su poder seductor y corruptor. Quien lo tiene, quiere tener cada vez más, por eso Jesús recomienda: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" Mateo 6:19-21. Para Jesús, el dinero no es malo en sí mismo, lo malo es su acumulación abusi­va; lo perverso es la avaricia y el ansia de tener más sin importar cómo se consigue. Y éste es el mal que aqueja a nuestra sociedad.
IV. Cuando el dinero se convierte en dios se pone en peligro la convivencia humana. Se rompen las relaciones familiares, se olvida el perdón, se extorsiona, se roba, se traiciona y se llega hasta quitar la vida del otro, si es necesario. Aparentemente el dinero proporciona el prestigio y el poder que hacen sentirnos diferentes y superiores a los demás; el dinero es un dios que exige pleitesía y adoración y el deseo de dinero lleva al olvido del prójimo que sufre y nos hace sentir seguros de nosotros mismos, hasta el punto de creer que incluso la vida se puede asegurar con dinero.

APLICACIÓN
Nuestra iglesia es una comunidad humilde que en muchas ocasiones padece situaciones de pobreza y carencia que ponen a prueba su fe, de ahí que muchas de nuestras oraciones pidan los medios y los modos para satisfacer necesidades financieras. El dinero en nuestras congregaciones puede ser usado para bien o para mal.

A. Mencione algunos ejemplos de cómo se puede hacer uso del dinero en nuestras iglesias para bendecir al prójimo.
B. ¿Cómo podemos hacer mal uso del dinero en la iglesia?
C. Explique la afirmación de Jesús en Lucas 16:13. Dé ejemplos de cuando un cristiano sirve al dinero en vez de servir a Dios.
D. Jesús nos dice: "No os afanéis por vuestra vida...", ¿cuáles son sus afanes personales que le impiden concentrarse en lo esencial que es su vida cristiana?, ¿qué hará para no afanarse?

CONCLUSIÓN
Pidamos al Señor que nos conceda la capacidad de utilizar nuestro dinero de forma sabia, sin menospreciar nuestra fe, sin olvidarnos de Él: "Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera. Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan que he menester; No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová? O no sea que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios" Proverbios 30:7-9.