Mi vida esta en tus manos Señor.

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Sábado 15 de Mayo del 2010
LECCIÓN 07
El amor en la vida diaria

PARA MEMORIZAR:
“Amándoos los unos a los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos a los otros" (Romanos 12:10).

OBJETIVO
Conocer las reglas y los principios que basados en el amor deben regir la vida cotidiana de un cristiano y las relaciones con sus semejantes.

LECTURA BASE: Romanos 12:9-21

NARRACIÓN
El hombre de nuestro tiempo vive apurado buscando ser un triunfador, sobresalir y ser reconocido por los otros. Cada momento la persona es educada para no ser un don nadie y para lograrlo se vale todo, dicen por ahí "el que no tranza, no avanza". Siguiendo esta línea, el ejemplo más notorio es el nazismo, el cual cobró fuerza en un pueblo que pasaba por una gran crisis económica y que además no confiaba en el gobierno que le regía. Buscando salir de esa situación, el nazismo le plantea a ese pueblo la idea de que son una raza superior y que pueden pasar por encima de lo que quieran, aún sobre sus semejantes. No obstante dentro de los objetivos del nazismo se pretendía defender un cristianismo positivo, el pueblo vive alejado de Dios, incluso se plantea como meta exterminar a los judíos. El pueblo alemán tiene una fe ciega en su líder y es tal su influencia que cuando se le preguntaba a estas personas ¿Qué es el nazismo? éstos respondían: es la voluntad del führer (líder).
No podemos justificar al pueblo alemán diciendo que es un pueblo sin cultura, al contrario de él han salido grandes pensadores en todas las áreas del conocimiento, incluso la reforma religiosa empezó ahí con Martin Lutero. Tampoco negligente sino laborioso, que se ha levantado de la derrota de dos guerras mundiales y se ha perfilado como una potencia mundial. Pero al menos en la época del nazismo Dios y el amor no tienen presencia en ese lugar, tal vez esto es alentado por la filosofía de moda en ese tiempo. Las consecuencias de ello todos las conocemos: millones de personas murieron inútilmente. No sólo los judíos fueron perseguidos, también los gitanos, gente de raza negra, incluso los mismos alemanes que no estaban de acuerdo con el nazismo. Aquellos que estaban presos en los campos de concentración se preguntaban ¿Por qué? ¡Señor! ¿En dónde estás?
Dios no nos deja solos, somos nosotros quienes nos apartamos de Él. Estamos viviendo tiempos difíciles con condiciones parecidas a las que sufrió el pueblo alemán, estamos bajo una gran crisis, no confiamos en nuestros gobernantes, estamos necesitados de amor, las condiciones son las idóneas para que se inicie algo similar. Pero tenemos a nuestro favor el conocimiento de la voluntad de Dios a través de su Palabra, ahí nos dice cómo quiere que nos comportemos y cómo tratar a nuestros semejantes, para ello ha hablado a través de los profetas y en este caso particular a través del apóstol Pablo.

ANÁLISIS
1. Reglas para la vida cotidiana.
Romanos 12:9. El amor debe ser sincero y limpio de egoísmo. No consiste en tratar bien al semejante por conveniencia, no basta con evitar prudentemente el mal y calcular nuestra adhesión al bien; no se trata de llevarnos bien con todos porque de manera contraria, tal vez las consecuencias de ello sean peores para mí. Nadie es realmente bueno si lo es sólo porque teme las consecuencias de ser malo. Amar implica considerar a "los otros" como hermanos (Romanos 12:10). Dentro de una comunidad (por ejemplo la iglesia) no somos extraños para los demás ni ellos para nosotros. Todos somos familiares de alguna manera. Somos hermanos y hermanas porque tenemos un mismo Padre. Pero más aún este amor se debe extender más allá de nuestra comunidad, amar incluso a los del otro barrio, al del otro pueblo, a los que son distintos a nosotros. Si a veces es difícil respetar el puesto de alguien como el pastor o el jefe, ¿cuánto más será con el enemigo? Ésta es pues una invitación a ser humildes y practicar el amor "ágape".
Romanos 12:11. Este es un trabajo constante que implica estar siempre disponible, el cristiano no puede ser perezoso porque la vida es una preparación para la eternidad. No sea que cuando lleguemos al final de nuestra vida no hayamos cosechado nada. Dios no quiere cristianos tibios, no se puede ser "buenito" ni "medio malito". Dios espera todo de nosotros y cuando servimos a Dios de esa manera nos volvemos confiados y nos damos cuenta de que no hay situaciones desesperadas en la vida, lo que hay son personas que han perdido la esperanza (Romanos 12:12; Filipenses 4:13). Al llevar consuelo a los atribulados podemos sentir su pesar para ayudarlos a salir de esa situación porque así también salimos nosotros junto con ellos. Al compartir lo que tenemos con aquellos que están quebrantados (Romanos 12:13) vivimos la experiencia del amor ágape no sólo con el necesitado sino también siendo hospitalario con aquellos que trabajan para la obra de Dios. Un hogar no puede ser feliz si es egoísta. Dicen que el cristianismo es la religión de la mano abierta el corazón abierto y la puerta abierta.
2. Reglas para tratar a nuestros semejantes.
Pablo nos muestra cómo poner en práctica reglas en el trato con nuestros semejantes (Romanos 12:14). Hablar bien (bien decir) de quienes nos persiguen. Se refiere a nuestros enemigos o los que quieren dañarnos. Hacer lo contrario es difamar, insultar, es decir, destruir el honor de aquellos. Entonces de perseguidos nos convertiríamos en perseguidores. Es mejor buscar las cosas buenas del oponente y hablar de ello. (Romanos 12:15-17). Es un ejercicio de observación. Entonces ya no es un desconocido, se le guarda cierto respeto y se puede generar amabilidad y buena voluntad.
Para llorar con los que sufren no hay que ser indiferente, hay que conocer su pena. Bajo estos principios, no podemos ver a nuestros semejantes por encima del hombro, debemos doblegar nuestro orgullo y no confiar en nuestro conocimiento. Ahora que ya conocemos a nuestros semejantes es muy difícil desear un mal para alguno de ellos. Sólo queda en la mente el ayudar, disculpar, comprender y defender a nuestro prójimo. Tratamos a todos como a nosotros mismos. Ese es el amor que todo lo perdona. Romanos 12:18-19. Sin embargo puede haber momentos en los que hay que librar batallas para hacer ver el error, a veces es preciso hacer notar que hay algo que va contra lo que Dios pide. De otra manera nos hacemos cómplices de aquello que hace daño y nuestro silencio nos inculpa. Hay que hacer ver el error y exhortar para cambiar su mentalidad, pero no hay que ser el juez ni mucho menos el verdugo. Por ello no debemos preocuparnos por hacer pagar a quien nos ha ofendido. El combatir el mal con otro mal empeora las cosas. El cristianismo es difícil de seguir porque no debemos aplicar nuestro razonamiento sino la voluntad de Dios, ¿está dispuesto a poner la otra mejilla?

APLICACIÓN
1. ¿Por qué el énfasis de esta lección se aplica a nuestro diario caminar?
2. ¿Cómo podemos lograr que estas reglas sean parte de nuestra vida?
3. ¿Es usted un cristiano del sábado o uno de tiempo completo?
4. Lea la lectura base e identifique qué puntos debe trabajar para ser un cristiano de tiempo completo.
5. Podemos presumir que vivimos el amor porque Dios nos lo da, pero ¿podemos asegurar que damos amor en cada momento de nuestra vida?
6. Ejercicio: en silencio considere la situación de "persecución" que siente de parte de alguna persona. Profundice en su conocimiento de ella, hable bien de ella, de manera que gradualmente se alegre de los éxitos y ore para que tanto la vida de esta persona como su relación sea transformada por Dios.

CONCLUSIÓN
"Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer" Romanos 12:1.